domingo, 15 de enero de 2006

Derechos humanos y ...

Hoy tuve un pensamiento originado en la situación política de los países de Latinoamérica y, en particular, de Venezuela, y que se refiere a lo que veo que entienden por "socialismo" los distintos gobiernos que buscan el poder. Pareciera ser, como yo lo veo, que "socialismo" quiere decir "derechos humanos" sin contrapartida que involucre una responsabilidad por aquello que se considera un derecho. En efecto, observo que el centro de la acción es que los menos necesitados pasen a ser mantenidos por el sistema de gobierno, y que los más "favorecidos" sean el sustento de aquellos. En tal sentido me he dado cuenta, a mi manera de ver las cosas, que lo que se considera "la derecha" y "la izquierda" tiene que ver más con la manera en la que sopeso los deberes y los derechos que la manera en la que concibo la integración de un grupo social denominado país o nación.
Y, lo más curioso, es que me doy cuenta de que quienes crean los términos que usualmente utilizamos en nuestra vida cotidiana, probablemente, lo hacen en un contexto social que requiere de un enfoque parcializado de la realidad, con la finalidad de hacer hincapié en una sociedad desequilibrada y que necesita de una toma de conciencia sobre la situación cuyo enfoque genera los términos creados. Tal enfoque parcializado se olvida con el paso del tiempo, y los términos creados se utilizan fuera de contexto y se pervierten y convierten en fuente de un desequilibro que no se hace plenamente presente para quienes lo utilizan en su acción política y social, sin una adecuada formación personal de su conciencia en lo que constituye la "naturaleza humana", que se alimenta de emociones, pasiones, deseos y pare usted de contar las desviaciones que pudieran presentarse en la atención de las "necesidades básicas" de los humanos.
Incluso, hoy en día, se ha establecido una "tabla" de los "derechos del niño", probablemente originada en la necesidad de señalar que los adultos "abusan" de los niños. Este es un extremo de la situación que no atiende a la necesidad de "educar" a la sociedad, más que al individuo, en la forma de cumplir con los requerimientos de disciplina que requiere la vida en común, para que la convivencia sea equilibrada en deberes y derechos. Si a ver vamos, dentro de poco se establecerá una "tabla de derechos" para cada situación humana, sin atender a un contexto de naturaleza integral que se enfoque más en el conjunto que en las partes que lo componen.
Pareciera que el tema de la conciencia, que no se enseña más que con el ejemplo, no formara parte de los intereses de la sociedad en conjunto, pues se deja su evolución a la responsabilidad individual. Este tema era, originalmente, parte del contexto de la religión. Y, como yo lo veo, ha sido pervertido por las deficiencias del contexto religioso, que se transformó en un mundo de prohibiciones en lugar de constituirse en un medio educativo que promoviera la responsabilidad individual. Y creo que ha sido difícil el camino humano en el tema de crear un mundo mejor, pues, al olvidar el contexto religioso, o, al menos, al minimizarlo, se cayó en un desequilibrio en la creación de valores que se integraran en el individuo desde la niñez. Y tal desequilibrio no forma parte de la conciencia política y de gobierno... todo lo contrario, pareciera ser que algunos individuos que acceden o aspiran a dirigir los gobiernos, se autoarrogan la posesión de la verdad y pretenden imponer sus concepciones parcializadas e irreflexivas sobre las comunidades sin educación, que son los más, incluídos muchos individuos de alta formación académica que no han reflexionado en su propio proceso de formación y vida, y de su participación y responsabilidad social. En todo caso, es bien cuesta arriba hacer entender a las personas "necesitadas" que sus necesidades, en un contexto de vida citadina, debe ser atendido por acciones de su parte que contribuyan a la vida en común. Y es cuesta arriba porque las necesidades de comer, tener una vivienda, vestirse y similares son como las enfermedades, que absorben totalmente la capacidad de pensamiento e imaginación al tratar de manejar la situación personal que se confronta en un contexto que carece de la creatividad necesaria para proveer de oportunidades de acción (y trabajo) en forma extensiva a los individuos que lo necesitan. El tema me desborda en su amplitud, porque implica un contexto en el que los individuos deben reconocer sus fortalezas y sus limitaciones y comprender que la "igualdad", tan predicada entre los seres humanos, no se refiere a lo físico, emocional, imaginativo y pensante, y que cada persona debe cooperar en un contexto en el que debe haber complementación de habilidades y destrezas y no una competencia desenfrenada para ser el mejor... cualquiera sea el contexto en el que tal "mejor" se inserte.