sábado, 10 de diciembre de 2005

Atención, intuición y conciencia

En esta constante búsqueda de la conciencia, me detengo a pensar en los elementos... parece que el análisis me es necesario, pues consiste en desmenuzar lo que tengo en mi concepto... y uno de los elementos que encuentro, que se relaciona con mi capacidad de enfocar, es la atención. La atención, como yo lo veo, es una actividad direccional de mi capacidad receptiva para enfocarse en los elementos que deseo traer a mi "conciencia". Y aquí aparece la palabra que me motiva: conciencia. Es esta una conciencia diferente de la Conciencia que busco, pero tiene referencia con ella, pues implica un darme cuenta. Solo que, este darme cuenta, es direccional, en el sentido de que está dirigido por mi voluntad de enfoque en determinado asunto, cosa o circunstancia. Por el contrario, la Conciencia, hacia la que apunto mi búsqueda constante, es una cierta amplitud en mi darme cuenta que me ofrezca una nueva dimensión, nuevas alternativas de enfoque, y nuevas maneras de percibir que amplíen mi mundo psíquico-físico.
La intuición sigue siendo, para mí, superior a la racionalidad, porque tiene un panorama totalizador del "conocer" como actividad del darme cuenta, en el que todo está enlazado pero no analizado. Simplemente "sé" lo que es. Como cuando, en el mundo que me rodea, fijo mi mirada en el paisaje o un elemento del paisaje y lo que está ahí se me hace evidente por mi receptividad no dirigida, no analizada. Sinembargo, la intuición es un paso evolutivo hacia la Conciencia. Por tal motivo, esto que escribo y que cada vez parece repetirse, es una búsqueda constante, dentro de mi vocabulario y mi expresión verbal escrita, para iluminar la experiencia de mi interioridad en contacto con mi receptividad. Es como un dar vueltas constante para tratar de que mi receptividad se amplíe a campos de energía más sutiles y más sustanciales para lograr una satisfacción de mi necesidad de saber y contemplar. Es como tratar de ampliarme hacia lo muy pequeño y hacia lo muy grande, hacia lo microscópico y hacia lo astronómico, para captar con mi receptividad, más intuitiva que sensorial, lo que es en su totalidad. Es querer la revelación de "como es arriba es abajo", "en cada átomo está reflejado el universo", "en mí se encuentra todo lo que es, como potencialidad y como realización del universo". Puesto de esta manera, me doy cuenta de que el hablar "acerca de" me aleja del "simplemente ser" que podría darme la revelación. Sin embargo sigo buscando, porque quiero que mi ser humano participe de la grandiosidad que le está negada por su limitación receptiva de lo real. Que hay más de lo que percibo a través de mis sentidos, y quiero ampliarlo. Que hay más de lo que concibo e imagino dentro de los patrones de mi espontaneidad conceptualizadora y racionalizadora, y quiero superarlo. Quiero llegar más allá de los límites de mi corporalidad, para, al superar la conciencia humana, lograr la Conciencia Divina que he oído decir que es mi herencia.