lunes, 28 de noviembre de 2005

Despertares 6

"Dime que predicas (de qué hablas) y te diré de qué careces" es un dicho que, de alguna forma, señala un tipo de inconciencia relacionada con el comportamiento y el discurso (o la expresión, como yo denomino estos ensayos). Y es que ¿qué es lo que yo denomino conciencia?
Una historia que creo recordar acerca de Kant (1724-1804) lo describe como amante de los viajes y de la buena conversación en una comida en compañía de gente viajera y culta, y que, sin haber salido nunca de su ciudad natal (Königsberg) tenía la capacidad, por las lecturas que hacía sobre otros países, ciudades y costumbres, de hablar con fluidez y soltura como si hubiera visitado los sitios acerca de los cuales conversaba con sus interlocutores viajeros. Y es notable que un hombre de tal profundidad de reflexión y pensamiento pueda ser imaginado en una conversación que, a todas luces, para mí, lo envuelve en "una especie de inconciencia" al conversar "superficialmente" (difícil es pensar en superficialidad en Kant, pero me refiero a lo que envuelve comúnmente tal tipo de conversación) sobre sitios, lugares y costumbres (tal vez, en todo caso, es una personal alusión a mí mismo). Y es que me he visto ante una pantalla de televisión o de cine totalmente abstraído por la anécdota o historia, en tal forma que, al darme cuenta del momento, me llama la atención el "nivel de envolvimiento" que la "abstracción en las imágenes y la anécdota me produce". Es semejante a la lectura de un libro de texto o a una novela que reclaman mi atención en forma tal que podría denominarse "inconciencia", pues dejo de lado la vida que respiro, siento y me rodea, para sumergirme en el interior de imágenes y situaciones imaginarias o mentales, involucrando, incluso, estados emocionales totalmente vivenciales y significativos desde una perspectiva física. ¿Puedo denominar tales estados "inconcientes"?
Hablar "acerca de" en lugar de vivir la experiencia implícita en el "acerca de" es, por decir lo menos, un tipo de inconciencia. Hablar acerca de la conciencia o del espíritu no es lo mismo que tener la experiencia del espíritu o de la conciencia. La conciencia, como yo lo veo, es un estado de alerta y vivencial en el que estoy presente con mi universo interior y exterior en una participación total, actuando en forma tal que las palabras sirven únicamente como expresión para complementar la experiencia vivida. Es "lo divino" que permanentemente se recrea sin calificativos ni premisas en una forma espontánea y armoniosa de fluir dentro de una gracia natural.
Creo que el nombre "Dios" nos ha impedido acceder a "lo divino" en una forma más directa, porque hemos conceptualizado lo que no se puede resumir en términos de la limitación mental de los conceptos. Recuerdo que, cuando estudiaba religión, oía hablar del panteísmo y a mi mente adolescente le parecía absurdo que alguien pudiera pensar que "Dios está en todas las cosas". Hoy en día, con una mente más evolucionada (?!), me doy cuenta de que "todas las cosas manifiestan lo divino" porque no se trata de que Dios sea algo determinado sino de que Lo Divino abarca todas las cosas y les da existencia. La expresión "es", que todo abarca, no es más que la expresión del existir en lo divino. Y al hablar de lo divino y no tener la experiencia de lo divino es a lo que podríamos denominar con coherencia "inconciencia". Por esto es por lo que pienso que solamente los santos y los maestros espirituales son concientes, pues no hablan "acerca de" sino que enseñan, señalan el camino hacia lo divino mediante su ejemplo, y las palabras que enuncian hacen referencia a la experiencia y no al "acerca de" de la experiencia, que, con toda seguridad, es indescriptible en términos de vocabulario, pues, aunque es algo íntimo y personal, todos formamos parte de esa divinidad que se manifiesta en todo cuanto nos rodea y que nos hace, como seres humanos, la manifestación más elevada de la conciencia que se realiza en cada pensamiento, palabra y acción. Y seguiré buscando la significación vivencial de lo que simplemednte se manifiesta... y que no percibo.