domingo, 27 de noviembre de 2005

Despertares 1

Ví una película con este título y me pareció conmovedora. Pero lo que me incita a expresar cómo lo veo en este tema, aunque tiene alguna referencia al tema de la película, se refiere a algo que no es "enfermedad", reconocida como tal, sino un estado que, más bien, es considerado normal.
La experiencia de dormir y, de esta manera, pasar a un estado de conciencia que nos permite descansar, es lo más cercano a la experiencia que denominamos inconciencia. Reconociendo, sin embargo, que, durante el período en el que dormimos, se producen los denominados "sueños", que no son otra cosa que imágenes y situaciones relacionadas con realidades y fantasías propias del estado de conciencia que denominamos "despierto".
La inconciencia, a diferencia de la ignorancia, que se refiere al desconocimiento de "algo", implica el uso de la voluntad, el hacer sin atender a las consecuencias, de alguna manera que nos afecta en nuestra relación con nuestros semejantes y con el universo que nos rodea. Y tiene particular significación en relación con lo que denominamos el espíritu. Esta denominación, "espíritu", tiene muchas connotaciones diferentes, pero, en resumen, todas se refieren a la conciencia como estado, no solamente de alerta, de vigilia, de estar despierto en el sentido señalado al comienzo, sino de excelencia en nuestra condición de "ser humano. Pues implica comportarse de acuerdo con los más elevados valores que podemos manifestar a pesar de nuestros dolores físicos, pesares emocionales y pensamientos de provecho personal.
El despertar de la conciencia no tiene relación, aunque puede ser estimulado, con el conocimiento intelectual, pues el conocimiento es algo compartido con otros seres humanos como información y modelaje del mundo que nos rodea. Por el contrario, la conciencia, aunque puede ser compartida desde nuestra experiencia personal, es un saber totalmente personal e individual, y no se relaciona con los valores sociales y culturales del grupo humano en el que nos desenvolvemos, y tiene que ver con algo que es universal: El Espíritu. Casi me atrevería a decir que Espíritu y Conciencia tienen identidad en su más elevada significación.