viernes, 25 de noviembre de 2005

Página en blanco

En estos momentos quiero expresarme pero no logro que mi mente se enfoque en tema alguno. No estoy en blanco mentalmente, simplemente no hay cosa alguna dentro de mí, salvo la vida y la respiración que la manifiesta y la actividad de mi cuerpo que, en este preciso momento, es el teclear en mi computador esto que escribo. Sensación interesante porque fluyen estas palabras sin enfoque alguno que las motive mas que el simple deseo de que, lo exteriormente manifestado, pueda conducirme a algo que quiero encontrar, y no sé qué sea.
La palabra voluntad, en mi diccionario mental etimológico, se refiere a una actividad emprendida con el ánimo de llevarla hasta el final, pero con la implícita característica de que "quiero" realizarla. El único esfuerzo que requiero es la constancia y la tenacidad para su realización, y dicha voluntad no es otra cosa que el continuo "querer" obtener lo que me he propuesto.
En general hay muchas cosas que "quiero" y que no "puedo" lograr, porque, sencillamente, me doy cuenta de que el "querer" es solamente un espíritu de imitación de algo que veo, oigo, siento o percibo de alguna manera y me agradaría como manera de expresarme exteriormente, pero no se corresponde con mi particular manera de ser, mi energía interior y exterior, etc. Y el etc se refiere a "lo que no puedo especificar porque no sé a lo que me refiero".
El automatismo de vivir con lo que he aprendido como necesidad: estudiar, trabajar, tener una familia, etc, nuevamente, es la mejor manera de expresar lo que me toca en cada momento. No hay, aparentemente, razón alguna para hacer o manifestar lo que hago o manifiesto. Se da como una "especie" de natural acontecer realizado por mi personalidad en forma inconsciente.
El pensar no es una actividad consciente. En efecto, recuerdo que, cuando estudiaba y aprendía matemáticas, historia, biología... lo único que hacía era "entender y aprehender" sin mayores críticas o evaluación consciente el material que se me ofrecía. En tal sentido, lo aprendido no ha tenido, como yo lo veo, incidencia significativa en mi vivir, salvo el imitar el comportamiento de los que me rodean en la mejor manera que me ha tocado hacerlo. Sin dejar de reconocer que hay sensaciones, imágenes, emociones, pensamientos y reacciones que me pertenecen y se refieren a mi particular manera de ver y vivir mis experiencias, sin relación directa con lo aprendido, pero con una conexión emocional con conceptos e ideas que me han condicionado de maneras que no comprendo y que intento, en la mayoría de las situaciones, superar para el mayor bien tanto mío como de los que me rodean. Es una tarea continua y constante, que expreso en un momento en el que mi mente está como una página en blanco.