lunes, 7 de abril de 2008

Experiencia 22

Experiencia, "ser" humano y vida son tres maneras de referirse a lo mismo, es decir, la situación, circunstancias y encuentros del ser humano individual con el mundo que lo rodea, incluídos otros seres humanos. El objeto de la CRP de Kant es justificar la afirmación dada en la introducción de que "todo nuestro conocimiento empieza con la experiencia, pero no todo procede de la experiencia", dando así entrada a la distinción entre conocimiento a posteriori (experiencia) y conocimiento a priori (producto de nuestra facultad de conocer). La diferencia está en que la experiencia es fuente de nuestro conocimiento y "revela" conocimientos que forman parte de nuestra facultad de conocimiento. En resumen, aunque hay conocimientos que no son producto de la experiencia, por formar parte de nuestra facultad de conocer, es solamente mediante la experiencia que se nos hacen presentes, y, en consecuencia, el conocimiento es función de la experiencia en su totalidad. Posteriormente hablará, Kant de afecciones, para referirse a nuestra receptividad, y de funciones, para referirse a la espontaneidad de nuestro entendimiento en la elaboración de los conceptos.
En el desarrollo de la historia de la humanidad, partiendo de los primeros filósofos griegos, hemos llegado a un estado de conocimiento centrado en lo sensible, lo material, como objeto de interés para la sociedad humana, al menos en su vertiente occidental, pero que ha invadido la sociedad oriental. Ha surgido la ciencia como representación máxima del conocimiento, por encima de la experiencia, la religión y la filosofía que aun intenta encontrar la conciencia, que ha descubierto pero no ha hecho "autoconsciente", no "se ha dado cuenta de su descubrimiento", que se oculta en el "yo pienso" sin aparente intención de avanzar y dar paso a una integración del aspecto que Kant denomina "práctico" (Crítica de la Razón Práctica Pura) y de lo que denomina "Juicio Puro", que considera intermediario entre lo teórico y lo práctico, como facultad que se relaciona con los juicios estéticos, referidos a lo bello y lo sublime de la naturaleza o del arte, y que, aunque no contribuyan en nada, según su decir, con el conocimiento, pertenecen a la facultad de conocer.
La experiencia es, en mi opinión, la máxima expresión de la conciencia, que es, a su vez, la que da certificación de naturaleza al conocimiento. La experiencia es la fuente del conocimiento, y el conocimiento es punto de partida para la formación de experiencia. Y, como podemos observar, la experiencia es asunto del "ser" humano como individuo. El conocimiento, producto del ser humano como colectivo, se asienta en el lenguaje, sea cual sea su modalidad o naturaleza, para establecer una "comunión" entre los individuos. Antiguamente se decía que un individuo "comulgaba" con las ideas de otro para referirse a un común acuerdo en las experiencias que los hacían participar en intercambios relacionados con el conocer.
Cuando Kant habla de la intuición, entendimiento y razón puras hace referencia a un "individuo ejemplar" y no a un determinado individuo. Esta es una característica propia del conceptualizar. Lo propiamente experiencial queda referido a una universalidad creada por el entendimiento en su afán de comunicar a los individuos en una "experiencia común". Sin embargo, tal universalización olvida que el recorrido de cada individuo es particular, y que su desenvolvimiento es producto de las situaciones y circunstancias que le toca enfrentar en su encuentro con el mundo que lo rodea. Así mismo, caminar, hablar, relacionarse y toda la gama de acciones y reacciones del individuo son modeladas para que cada uno adapte dichos modelos en su experiencia. Y esta experiencia es, sencillamente, su encuentro con el mundo, asimilado por todas las facultades de receptividad que el individuo posee, y reencontrado en su memoria de cada experiencia particular.
Hay dos modelos para el "ser" humano individual, uno procede de los semejantes que le rodean y actúan en su entorno, y otro procede del "conocimiento" oral y escrito transmitido mediante diversos medios audiovisuales a su disposición, sea formal (escolaridad básica, primaria, secundaria y superior) o informal (familia, grupo humano y sociedad en conjunto). Estos modelos han de ser "experimentados" por el individuo. El modelaje humano es adoptado y remodelado por el individuo en su pensar, decir y hacer (acción y observación, anteriormente denominada ensayo y error, que, en mi opinión, no implican la palabra "error", por cuanto la intención es apuntar a un objetivo personal que puede o no ser alcanzado y que, en consecuencia, es modificado en el proceso de aprender a manejar el entorno de la mejor manera posible en cada situación y circunstancia) y la información audiovisual puede ser transformada en experiencia, mediante la acción que persiga objetivos cónsonos con el conocimiento que pretende integrar en su caudal de herramientas o desarrollo personal.
El "ser" humano ha logrado manejar el mundo natural para adaptarlo a sus necesidades de seguridad material y funcional externa, pero se ha olvidado de tomar en consideración el factor más importante en su devenir y evolución, él mismo (su conciencia) y sus semejantes. Esto se ha debido a que la filosofía no terminó de "darse cuenta" de la conciencia como instancia suprema de creación de experiencias dirigidas al mayor bien de todos los involucrados, incluyendo el mundo natural, y a que la religión se mantuvo estática en su concepción de la vida como un conjunto de preceptos y normas que han de ser seguidas por encima de las características constitutivas del ser apetitivo "consciente" (denominando "consciente" el "ser" humano en estado de vigilia).
La psicología y la psicoterapia, que han contribuido a consolidar la conciencia, más allá y superando el denominado sentimiento de culpa, y los maestros espirituales han dado una división temática del "ser" humano en tres seres: ser básico, ser consciente y ser superior. El ser básico representa las necesidades del ser apetitivo, el ser consciente es el director de la conciencia de vigilia y el ser superior es la representación de los más elevados niveles de conciencia para el "ser" humano. La tarea para cada "ser" humano es integrar el ser básico y el ser superior en un ser consciente que adquiera la característica de aprendizaje del niño dentro de un contexto que integre la conciencia como instancia de observación (superior al estado de vigilia normal denominado estado consciente), desde la cual se ejercite el encuentro con el mundo en un equilibrio que conlleve el mayor bien de todos los involucrados y que implique un aprendizaje continuo por encima de rigideces o preconcepciones surgidas de la vulnerabilidad física y emocional afectada en experiencias particulares.