sábado, 19 de agosto de 2006

Campos de conciencia 6

"El desconocimiento de la ley no excusa su incumplimiento" es una máxima que indica la diferencia entre conciencia y conocimiento. En efecto, el conocimiento es algo que obtengo en mi relación con otras personas, y hace referencia a una manera de comunicarnos en la que la objetividad es el ideal establecido implícitamente; entendiendo con la palabra objetividad un conocimiento compartido mediante definiciones y delimitaciones de objetos, situaciones y experiencias. La conciencia hace referencia exclusiva a mí mismo. Tal vez lo más próximo, como manera de referirnos a algo compartido, es el término "responsabilidad", como indicador de que tenemos o estamos disponibles a responder por nuestros actos, resumido en el imperativo categórico kantiano: "Obra de tal modo que la máxima de tu voluntad pueda valer siempre, al mismo tiempo, como principio de una legislación universal". Este enunciado supone en nosotros, como seres humanos, la presencia de una Razón (que podríamos igualmente denominar Conciencia o Espíritu) que es capaz de discriminar, en cualquier situación o circunstancia, aquello que es más conveniente (el mayor bien) para nosotros mismos y para todos los que nos rodean, incluyendo el mundo inanimado e inorgánico circundante. En tal sentido, nuestra volición (nuestra voluntad) está dirigida, según lo establece la máxima, por nuestra Razón, y en ningún caso por nuestra naturaleza apetitiva.
La sabiduría incluye al conocimiento y a la consciencia. Sin embargo, jerárquicamente, la consciencia está por encima del conocimiento, por cuanto una persona puede ser un científico altamente calificado y no tener conciencia de las implicaciones de sus actos como conocedor científico. Puedo no darme cuenta de que tengo algún objeto al alcance de la mano y hacer todo lo posible por ubicarle para hacer uso de dicho objeto y, sin embargo, ser consciente de que la responsabilidad del conocimiento de la ubicación de dicho objeto es total y absolutamente mía, a pesar de que otra persona pudiera haberlo movido de algún lugar en el que yo hubiera podido colocarlo. En tal responsabilidad puedo consultar a otras personas para ubicar el objeto, sin hacerlos responsables de su manipulación inconsciente o, incluso, interesada.
Cuando algún área del conocimiento (matemáticas, física, biología, etc.) no me es familiar, puedo afirmar que "no sé", pero, simultáneamente, "soy consciente" de que dicha área de conocimiento existe, y puedo estudiar e investigar con la finalidad de "conocer" dicha área, sin calificar dicho desconocimiento como inconsciencia.
Conciencia es un saber con-migo mismo, y pudiera no ser comunicable con palabras. Es el caso de los santos, que saben que hay algo más importante que lo que nos motiva en el plano físico de conciencia. Y es el caso de los maestros espirituales, que son algo más sabios que los santos, pues siguen interactuando con las experiencias del plano físico de una manera armoniosa, intentando comunicar su conocimiento, mediante parábolas, historias y manejo discursivo de experiencias que puedan apuntar (señalar, enseñar) lo que ellos y los santos ven con tanta claridad.