viernes, 28 de octubre de 2005

Conocimiento y conciencia

Conocimiento y conciencia comparten un elemento común que es el saber. Conocimiento es saber que compartimos con otros. Conciencia es saber conmigo mismo. Hubo una etapa de mi vida en la que conciencia significaba "sentimiento de culpa", más como instrucción religiosa que como conocimiento responsable acerca de mi mismo y mis acciones. Actualmente reconozco que la conciencia es lo que puede conducirme, paulatinamente, a "ser humano racional", por cuanto es un darme cuenta de las posibles consecuencias de mis acciones en una etapa previa a su ejecución y a tomar para mí la responsabilidad por las posibles consecuencias, sin acudir a excusas posteriores que invoquen influencias, presiones e incluso situaciones emocionales surgidas por elementos externos.
El conocimiento implica información y modelos aprendidos en el grupo humano del que formo parte. Sean científicos, artesanales, sociales, o de cualquier otra naturaleza, pertenecen a una clase impersonal de saber que, por, su característica compartida, podría denominar objetiva. En efecto el conocimiento de lo que es una piedra, de la ley de gravedad, de la historia de los pueblos, y otros por el estilo, pueden no involucrar mi emocionalidad y mi mente en la toma de decisiones en mi vida personal.
Únicamente cuando las opciones que se me presentan tienen relación con otros seres humanos y con el ambiente natural que me rodea puedo hablar de conciencia. En efecto, en tales casos, las opciones presentes implicarán consecuencias que pueden incidir en mi o en mi ámbito de vida, y producirán resultados que pueden beneficiar o perjudicar a mi persona y a los que me rodean.
En cualquier caso, la conciencia es una especie de claridad conmigo mismo, mi imaginación, emociones, mente y reacciones subconscientes, que me permite saber lo que está presente y tiene significación para el ejercicio de mi humanidad en el medio ambiente que me rodea.
La frase "instruir puede cualquiera, educar sólo quien sea un evangelio vivo" conduce a diferenciar conocimiento de conciencia. Pues cualquiera puede dar información y modelos para nuestro aprendizaje intelectual, pero solamente quien vive de acuerdo con valores internos bien definidos y concretos, sea de la naturaleza que sean, puede indicarnos caminos de vida que nos conduzcan a una convivencia y evolución personal funcionales para nosotros y para cuantos forman parte de nuestro universo personal, familiar, social y mundial.