miércoles, 26 de octubre de 2005

Individuo y comunidad

Todos somos individuos dentro de una comunidad. La sociedad está constituída por comunidades más o menos grandes, más o menos significativas: comunidad familiar, comunidad de profesionales, comunidad política, comunidad nacional,....
Nuestra comunidad de origen es la familia. Si nos remitimos a experiencias personales, cada familia es más o menos numerosa... y algunos solamente cuentan con una madre como familia. Y el desarrollo, como persona, de cualquier ser humano, depende de su comunidad familiar de origen. Mientras más amplia (y formal dentro del grupo humano que nos incluye) sea la familia, mayor probabilidad tendremos de que nuestra integración a la sociedad sea más "apropiada", tanto para nosotros como individuos como para la comunidad en la cual nos engranemos.
La comunidad nos da los valores humanos y personales que nos caracterizarán durante nuestro período vital (lapso de vida, tiempo de vida, lapso entre el nacer y el morir). Nuestros padres condicionan nuestra constitución física y genética. Y solamente el devenir, en los grupos en los que nos desenvolvemos, nos pueden dar las características que nos hagan valiosos para nosotros mismos como individuos y para la sociedad que nos contiene.
Hay en el aspecto socio-político quienes piensan que debemos adaptarnos al grupo social, y hay quienes piensan que el grupo social debe integrar a los individuos como base de sus cualidades y desenvolvimiento.
Como yo lo veo los individuos son los que forman la sociedad y, por consiguiente, no es la sociedad la que debe imponer, en forma política, sus valores sobre el individuo, sino que la sociedad debe acudir a los individuos (todos los que tienen capacidad de pensar individualmente) para establecer las reglas del juego de interrelaciones y las leyes que sirvan de sustento a los grupos humanos (comunidades) y la sociedad como un todo.
Entiendo que la sociedad, de alguna manera, termina imponiendo sistemas, valores y maneras que, frecuentemente, no coinciden con los individuos. Sin embargo no es mediante los deseos o intenciones de un sólo individuo, cuya formación y experiencia es parcial y limitada (siempre), que deben regularse los destinos de una comunidad.
Es irritante, por decir algo, cuando un individuo se alza por encima de una comunidad para imponer métodos y valores surgidos de una particular y limitada manera de ver la vida y las personas, y mediante conceptualizaciones librescas que no tienen nada que ver con el ser humano como persona integral (física, imaginativa, emocional, mental, subconsciente y genéticamente).
Es sorprendente, por decir lo menos, como una comunidad humana puede ser sometida por un sólo individuo, o un grupo de individuos, únicamente mediante el recurso del poder político, económico, guerrero, o de cualquier otro tipo. Lo cual nos dice que es poco lo que hemos evolucionado desde la era en la que deambulábamos por las inhóspitas selvas y desiertos, en competencia con la fauna y flora, muchas veces agresiva. Como grupo humano hemos reclamado nuestra superioridad (¿¡?) sobre los elementos que nos rodean, pero no nos hemos integrado armónicamente para convivir y evolucionar hacia modelos de interrelación con nuestro medio (otros individuos, flora, fauna y naturaleza en general) que nos permitan una mejor relación de vida, dentro de parámetros de compasión y comprensión. En todo caso, seguiremos en la búsqueda de coincidencias y puntos comunes para que nuestro bienestar pueda sustentarse en una plataforma de bienestar de todos (otros individuos, flora, fauna y naturaleza en general)