martes, 25 de octubre de 2005

Intuición y limitación

Como yo lo veo intuición implica totalidad y es una manera personal de "ver" que tiene plena certeza, debido, precisamente, a lo total de la percepción personal. El enfoque, que es una de las potencialidades que, como ser humano, me permite definir y delimitar mi percepción, constituye, a la vez, una limitación. Esto es así debido a que el enfoque es una manera de ver que muy probablemente involucra mi experiencia subjetiva como persona: cuerpo físico, imaginación, emociones, mente y subconsciente (incluída mi constitución genética). En tal sentido, mi enfoque, que es una manera de comunicarme, puede ser recibido en forma de negación por parte de otro ser humano, cuya experiencia personal será totalmente distinta de la mía.
Mi intuición, y la intuición de cualquiera que me enfrente, probablemente tengan elementos de certeza compartidas que no pueden ser comunicadas por el lenguaje, debido a que dicho lenguaje es un proceso discursivo, razonado que involucra palabras con contenidos conceptuales que introducen diferencias en el sentido a lo que intento transmitir. Este es el reto de la comunicación humana que enfrentan los filósofos y los guías espirituales, cuando intentan transmitirnos sus "tomas de conciencia", sus "darse cuenta", que no tienen nada que ver con objetividades específicas sino, más bien, con intuiciones o percepciones totalizadoras difíciles de comunicar mediante los conceptos que manejamos en el mundo de la cultura establecida.
La frase de Kant "intuiciones sin conceptos son ciegas y conceptos sin intuiciones son vacías", apunta a esta limitación humana, pues hay intuiciones que carecen de conceptos que puedan expresarlas de manera comunicadora para los demás, por tratarse de "percepciones personales" que ven la totalidad inexpresable como tal.
La limitación humana del lenguaje, del lenguaje discursivo, que no puede ser subsanada por la simbología del lenguaje lógico, que se desenvuelve dentro de la intuición pura de espacio y tiempo, y, por consiguiente de partes dentro de un todo que es unificador homogéneo (espacio y tiempo son unidades orientadoras, organizadoras, de nuestra experiencia como humanos) solamente puede ser superada por la "comprensión" humana que no niega, ni descarta, ni subestima la experiencia del otro, sino que la integra para entenderla y acercarla a la personal perspectiva de búsqueda de objetivos y metas comunes de significación mutua.
En mi opinión, los grandes pensadores y los santos han encontrado caminos que no han sido recorridos para desarrollarlos, sino para alabarlos y explicitarlos o para negarlos y rechazarlos. Este es el camino de la limitación "razonadora", que se deja llevar por el discurso (que siempre será personal y limitado). El otro camino, que creo que es cuesta arriba practicarlo, es el desarrollo, la prueba personal y colectiva de los modelos encontrados (intuídos) por los grandes pensadores y los santos para irlos mejorando en su capacidad de comunicación, conceptualización y adopción como modelos de acción. Es cuesta arriba porque implica poner mis potencialidades al servicio consciente de la idea surgida en otra persona. En todo caso, inconscientemente, como colectivo, vamos probando dichos modelos sin dirección definida, y vamos obteniendo resultados menos efectivos de lo que significaría la adopción consciente de los mismos. Es, como yo lo veo, el caso de la "relatividad del tiempo y el espacio", cuyo gérmen u origen se encuentra en la Crítica de la Razón Pura de Kant, aunque no sea reconocido en el nivel consciente colectivo.
Y, nuevamente, me he separado de mi intento de referirme a mi experiencia personal acerca de la sociedad y el mundo que me rodea, para hacer una árida comunicación de "intelectualidad" que no conduce a comunicación valiosa algun a.
Seguiré intentando...