jueves, 20 de junio de 2024

Autoconciencia y convivencia

Es mi opinión que la autoconciencia del individuo o persona debe ser el objeto de aprendizaje para todo ser humano que inicia su presencia en la escolaridad. Esa es, en mi opinión, la manera en la que se logrará que la autoconciencia inicie el proceso de maduración que lo conduzca a la convivencia con sus Semejantes.

El conocimiento de si mismo debe preceder a toda información científica, biológica y humanística. Hay un mundo interior al individuo que debe ser explorado por el individuo mismo en su devenir dentro del Universo físico que lo rodea. Es necesario que el individuo esté en constante y permanente contacto con su mundo interno del darse cuenta de sus sensaciones, imágenes, emociones, acciones y reacciones a medida que se relaciona con sus semejantes y el mundo de objetos, seres vivos, circunstancias y experiencias.

La autoconciencia es el constante y continuo darse cuenta de su propio cuerpo, plenamente presente en su actividad sensorial, emocional, imaginativa, mental, activa y reactiva ante situaciones, circunstancias, semejantes y todo cuanto le rodea en su intercambio externo de acciones, reacciones y presencia de eventos personales e impersonales como sujeto activo o testimonial.

Hay una conciencia social que no ha sido debidamente tratada por los medios de comunicación, en la cobertura de información y tendencias sociales, que se refiere a la atención de las necesidades básicas y que, hasta ahora, y debido a un sistema económico que ha privilegiado a los más capaces en su búsqueda de ventajas apetitivas (riqueza entendida como satisfacción de sus apetitos diversos) y defensivas de sus vulnerabilidades ante el mundo que nos rodea, envuelve y llena. Y el enfoque de la satisfacción de las necesidades básicas de la mayoría de la población de menor capacidad de autosustento de sus necesidades básicas. se ha enfocado en dejar en manos de los gobiernos un ejercicio de caridad, que debería ser parte de un sistemas económico de una civilización de convivencia y no a una selva inhóspita.

Así mismo, existe una autoconciencia social cultivada por los historiadores que registran los hechos y situaciones sociales, económicas y de conocimientos técnico, tecnológico y científico, que podría cubrir una evolución del sistema económico en una crítica de la razón práctica a la manera kantiana que enfocara el imperativo categórico en una ampliación y explicación que atendiera la parte activa además de la pasiva individual para permitir que los menos capaces de autosustento encontraran, más allá de las empresas y empleos gubernamentales, actividades que pudieran realizarse dentro de un contexto de conservación y mantenimiento del entorno político, social y material de los espacios habitados y habitables por el ser humano en convivencia con la naturaleza en sus diversas manifestaciones y expresiones.

Solamente si la comunidad civilizada toma en su conjunto la actividad de educar en la instrucción pública a los niños en edad pre y escolar en el área de la autoconciencia que se hace presente con su corporalidad y manejo de sus relaciones consigo mismo y sus semejantes de manera de crear una conciencia, un darse cuenta de su mundo interno de sensaciones, sentimientos, imaginación, mente, acciones y reacciones en contacto y relación con su mundo externo de semejantes, objetos, situaciones, circunstancias y experiencias, tanto activa como pasiva, podrá el ser humano transformarse de un individuo apetitivo y vulnerable en un Ser Humano Trascendente a su condición apetitiva y vulnerable.