martes, 11 de julio de 2017

El Ser humano y la medida

Es natural al Ser humano el hábito de medir. Esto atiende a su naturaleza material, pues ha de moverse en el mundo que lo rodea en forma tal que evite otros objetos materiales que impidan su movimiento en las diversas direcciones de alto, ancho y largo. Se agacha ante un obstáculo material que lo rodea, como un árbol o una cueva; se va hacia un lado u otro cuando encuentra un obstáculo a su avance y, en fin, se adapta a su ambiente de manera tal que su forma material pueda desenvolverse de la mejor manera posible para sus necesidades y posibilidades de supervivencia. Así surge su necesidad de medir. Y medir es, adicionalmente comparar.
En un nivel diferente, emocional, por decirlo de alguna manera, encuentra cosas que le resultan agradables y cosas que le disgustan y, en tal sentido, aparece su necesidad de medir, calificando los objetos, situaciones y seres animados desde su particular punto de vista o perspectiva. Esto, igualmente, aparece en su vida íntima, motivado por su vulnerabilidad (dolores, malestares, enfermedades, envejecimiento y muerte) y la apetitividad propia de su necesidad de alimentarse y procrear, así como en su expresión y manifestación como ser social.
Este hábito de medir le ha sido útil para la aparición de la técnica, la tecnología y la ciencia, e, incluso, en la reflexión filosófica, cuando la filosofía se alejó de su finalidad original de encontrar explicación a la vida y la naturaleza circundante como anhelo o "necesidad existencial," y se dividió en metafísica y en los diversos apartados que contribuyeron la aparición de los diversos tipos de conocimiento y especializaciones de la observación y reflexión socio-cultural.
El hábito de medir, además de indicar una necesidad surgida del contexto material propio del cuerpo humano, señala el origen y limitación propia del pensamiento y manera de desenvolverse del ser humano en su contexto natural. El mayor descubrimiento en esta dirección es el de figura-fondo de la psicología gestalt o estructural que permitió indicar la limitación que tiene la percepción humana al requerir un enfoque sobre un fondo para percibir el mundo con los sentidos. Esto equivale, de alguna manera, a la limitación del medir que forma parte de la condición material del Ser humano. En efecto, a pesar de su condición trascendente, el Ser humano se percibe a sí mismo como separado del contexto que le rodea en contraposición con la manera que han tenido los denominados santos y maestros espirituales que han visto una Unidad que engloba al Ser humano con todos los seres que le rodean y su contexto natural, planetario y universal.
La conciencia, que, en alguna forma, complementa la condición apetitiva y vulnerable del Ser humano, le permite acceder a su condición trascendente en formas cada vez más amplias para abarcar, además, aspectos no visibles de su experiencia interior en su contacto consigo mismo y con el mundo que lo rodea. La conciencia, como ámbito general de actuación, tiene en el "darse cuenta" la herramienta específica de percepción similar al de figura-fondo de los sentidos físicos. Esta conciencia, a medida que amplía su radio de acción, accede a experiencias alejadas del mundo de los sentidos que no pueden manejarse con el lenguaje natural, salvo en parábolas, cuentos y mitos que evoquen en la mente imágenes afines o de cierta manera empáticas al interlocutor.
Como la sociedad se ha enfocado en la "instrucción" con fines tecnológicos y científicos, ha dejado a un lado, por "ceguera de inconsciencia o ignorancia" un "entrenamiento o instrucción" que ponga al individuo en contacto con el "yo soy", que pudiera ser el paso preliminar para el desarrollo de su "darse cuenta" de su responsabilidad y codependencia, sin competencias y menosprecios por sus semejantes y, tal vez, promover un espíritu de comunidad de intereses de convergencia y unificación en la diversidad de posibilidades y potencialidades individuales, grupales y planetarias que desmonten el deseo de preponderancia bélica que nos envuelve en todos los niveles sociales y mundiales.