lunes, 13 de octubre de 2008

Experiencia 32

Cuando yo denomino discursivo el Ser humano, me refiero a su parte material, física, como a todo lo físico que, necesariamente es discursivo. O sea: secuencial, en sucesión. Para llegar a alguna meta o lugar debe recorrerse, paulatina y secuencialmente el camino. Esto es lo que denomino discursivo, que, consecuencialmente, se traduce al lenguaje como discurso que refleja al Ser humano en su característica material sobresaliente. Por otra parte, el Ser humano es orgánico, por cuanto todo su accionar atiende a su organismo, pero más sobresaliente que lo material de su discursividad, es su "manera de ver el mundo", plasmado por Kant en su completitividad de la razón pura. El entendimiento puro es discursivo, secuencial y organizado (orgánico, una vez más) alrededor de las categorías del entendimiento puro (cantidad, cualidad, relación y modalidad). La razón pura es orgánica, completiva en un sentido de unidad dentro de la multiplicidad. El "Yo soy" de la conciencia hace referencia a "lo que" está detrás de esas herramientas necesarias para el devenir del "Ser humano". Y, aunque no es directamente aquello denominado alma en las religiones y movimientos espirituales, viene a ser el "Ser superior" (o consciente) que puede acceder al nivel de conciencia del alma. Es el que recorre los distintos niveles de conciencia: físico, imaginativo, emocional, mental y sub e inconsciente (o reactivo).

En mi particular manera de asignar significación a las palabras, interés y motivación son dos términos relacionados con la experiencia que forman un contexto o trasfondo para el Ser humano en su encuentro con el mundo o universo que lo rodea. Interés, en mi peculiar manera de ver el término, es "entre" (lo que) "es". O sea: el Ser humano se encuentra, incluyéndose, entre lo que es, y actúa o reacciona como un ser que se relaciona con el resto de los seres, pero, con particular énfasis en aquello que más de cerca lo confronta. El interés se enfoca en aquello más próximo dentro de su universo circundante. Viene a ser la figura sobre el fondo de los restantes seres, incluyéndose, que se ofrecen ante su receptividad intuitiva y su espontaneidad pensante. En cuanto al término motivación es un complemento al interés, y hace referencia a aquello que "motiva" o puede motivar su "acción". Una vez más la figura (aquello que motiva) su acción. Ambos términos o palabras (significantes) designan la figura (significado) a que lo dirige la experiencia propia de la situación o circunstancia que le toca enfrentar y manejar, ya sea como observador o como participante activo.

De esta manera llego a los significados propios de experiencias fundamentales, o experiencias de base para la constitución de la experiencia que cada ser humano constituye como Ser humano, como manera particular de ver el mundo. Y es que en la base de toda experiencia humana debe haber una comunidad identificable como característica fundamentadora que inicie la diversidad que diferencia a los seres humanos como individuos, como Ser humano particular. Tales son las bases de los significantes denominados categorías del entendimiento puro y completividad de la razón pura (organicidad) que subyacen, junto con las intuiciones puras de espacio y tiempo, a las experiencias organizadas (orgánico, una vez más). En la ciencia surgen el número y el punto como abstracciones máximas del tiempo y del espacio en sus constituyentes de cualidad y cantidad. Cualidad que diferencia un espacio o un momento. Y cantidad que constituye, nuevamente, la unificación del espacio y del tiempo como experiencias representativas de una totalidad que se ha dividido y diferenciado mediante la cualidad. Pero el número y el punto hacen referencia a una experiencia fundamentadora denominada masa (o materia en su acepción original). Y así tenemos tiempo, espacio y masa como máxima abstracción de los elementos de experiencia, surgidos del universo que nos rodea: cualidad y cantidad (masa) organizadas sobre la infinitud y la eternidad (espacio y tiempo como medidas) mediante relaciones y modalidades que configuran el organismo total que nos incluye. Discurso (experiencias) que nos pone en contacto con un organismo (universo) para constituirse en conocimiento que nos da la ilusión de certeza. Certeza que nos agobia hasta generar el despertar a una nueva manera de encuentro que nos permite aceptar, cooperar y entusiasmarnos (los que logran este entusiasmo son los maestros espirituales y los santos en todas sus presentaciones) con la vitalidad que nos ofrece un amplio abanico de experiencias para aprehender, unificar y comprender (en el sentido de abarcar) lo que puede iniciar la aprehensión de un mundo más allá de lo material que nos ancla en lo corporal.