jueves, 13 de junio de 2024

Lenguaje y Conciencia

Cuando el ser humano requirió la cooperación de un semejante, en tiempos remotos, para superar algún obstáculo se vió en la necesidad de articular un lenguaje para tal fin. Y, por supuesto, el obstáculo al que me refiero debió ser externo a su cuerpo. De tal manera que inicio la estructuración de un lenguaje de comunicación, pues el obstáculo era común a su interlocutor y la manera de señalarlo requirió una comunicación.

Así imagino los inicios del lenguaje. Es el ámbito que lo rodea, y que necesita manejar en su devenir, el motivador de su comunicación interpersonal. Tal lenguaje evoluciona, y comienza a exigir la manifestación de fenómenos internos al individuo para manejar limitaciones y potencialidades individuales en su capacidad de imaginar e idear, en función de experiencias anteriores, nuevas formas de manejar las situaciones semejantes.

Así que el lenguaje es una herramienta de comunicación que refiere a situaciones del entorno y a imágenes e ideas individuales que integran movimiento y materiales para beneficio común de los individuos que participan en un devenir común.

En nuestra situación actual, el universo del devenir ha adquirido una multiplicidad y diversidad tal que involucra un mundo enriquecido en posibilidades y potencialidades para la convivencia que incluye la misma individualidad con su mundo interno de cuerpo, imaginación, emocionalidad y mente con sus componentes de acciones previas (experiencia) y reactividad (sub e inconsciente).

El tema es que el lenguaje ha de manejar ideas e imágenes para las cuales no cuenta con un lenguaje unívoco que permita la aprehensión de objetivos plenamente establecidos para que la acción o acciones resulten unidireccionales.

El único terreno común para la convivencia es el de la Conciencia y la Presencia. Y esto requiere un Universo común que se maneja desde leyes y conveniencias que no obedecen a una dirección compartida, pues dependen de un lenguaje incapaz de expresar un campo de acción delimitado, tanto desde la perspectivas de lo que se plantea como de los objetivos que se intentan superar o alcanzar, salvo la natural apetitividad y vulnerabilidad de los individuos y grupos de individuos involucrados.

He aquí la necesidad de crear un campo o universo común para establecer el fundamento requerido para la acción común de convivencia, mediante el aporte de los individuos y grupos que constituyen la Sociedad planetaria con sus particulares y diferentes capacidades y potencialidades individuales y de grupo.



martes, 11 de junio de 2024

Autoconciencia y autoconocimiento

 Cuando hablo de autoconciencia me refiero a estar presente, darme cuenta de lo que el estado de vigilia, estar despierto con relación al descanso del sueño nocturno, produce en mi a medida que transcurren las actividades de mi vida individual y de intercambio con cuanto me rodea, envuelve y llena. Es un darme cuenta del mundo exterior mientras hago presente mi mundo interior de mi cuerpo, mis imágenes internas, mis emociones (acciones y reacciones), mis pensamientos (conscientes, subconscientes e inconscientes) y sus productos y prejuicios.

El autoconocimiento me ha guiado a un darme cuenta de que el lenguaje refleja más la realidad que los conceptos que el lenguaje recoge como entidades estáticas y permanentes. La realidad, el mundo y universo que me rodea, es indefinible como entidad fija y permanente, porque cambia con mi perspectiva a mediano y largo plazo en mi ciclo de vida dentro de la finitud e infinitud, de la temporalidad y eternidad, dentro de la atemporalidad e Inespacialidad de la imaginación y la mente.

En mi opinión, solamente cuando el humano social se dé cuenta de que necesita "Educar" antes que "instruir' a sus descendientes para introducirles en el darse cuenta, en el estar presente como Presencia que supere su condición perceptiva de figura sobre un fondo, de texto individual frente a su contexto que lo rodea, envuelve y llena, podrá iniciar una "Sociedad" que integre al individuo con sus Semejantes y con Eso que ha idealizado en un Dios que ha separado de si mismo como una Totalidad que Lo Comprende, que Lo Honre y Considere en cooperación para vivir y convivir, buscando las mejores alternativas de disco vivir y convivir.

En las actuales circunstancias privan la técnica  la tecnología y la ciencia sobre los mayores hallazgos de La Conciencia: "Amar a Dios (todo cuánto existe y es objeto de experiencia humana) y al Prójimo (todo Ser y Hacer que contribuya con el vivir y el convivir) como a Ti mismo (Cada Individuo Como Presencia presente en todas y cada una de sus cualidades de su interior irrenunciable físico, imaginativo, mental y espiritual y de su entorno presente y potencial)"; y, "Actúa de manera tal que tu acción pudiera ser Principio de una legislación Universal"


viernes, 7 de junio de 2024

La condición humana II

La condición humana está caracterizada, desde mi perspectiva presente, por una trascendencia de lo limitado dentro de lo ilimitado. O sea, el ser humano, como individuo vulnerable, apetitivo e instintivo es limitado, pues solamente accede a lo inmediato, a lo cercano en su devenir y actividad. El alcance de su actividad esta limitado a lo que puede alcanzar con su constitución física y sus recursos imaginativos, emocionales y mentales. 

La trascendencia implica que tiene la posibilidad de superar sus limitaciones mediante el uso de sus facultades cognitivas: raciocinio, creatividad y flexibilidad para la transormación de su medio ambiente vital y relacional con sus semejantes y su entorno. En tal sentido, su trascendencia es de nivel individual y colectivo. En efecto, a nivel individual, puede trascender su vulnerabilidad, apetitividad y, en cierta forma mediata, su instintividad; a nivel grupal o colectivo puede trascender sus limitaciones de cercanía espacial, lo físico, y temporal, lo transitorio.

Para concretar su trascendencia, el ser humano, como ser social, cuenta con la colaboración de sus semejantes. Esta trascendencia tiene como apoyo la diversidad y multiplicidad de recursos que surgen de un área que denominamos conciencia, darse cuenta de determinados aspectos de su realidad interior (memoria, imaginación, raciocinio e intuición) en relación con sus limitaciones y posibilidades de interacción con su medio circundante (espacio físico, secuencia de fenómenos naturales, capacidad de análisis y síntesis y flexibilidad en la definición y utilización de materia y forma de los recursos naturales e inventados por otros individuos y generaciones que le precedieron)

Para el ejercicio de su trascendencia el ser humano ha ido creando, a lo largo del tiempo, modelos de conocimiento de la realidad circundante (fenómenos y seres materiales y orgánicos). Entre estas creaciones sobresalen el lenguaje oral y escrito, el arte, la construcción y, en especial, lo que ha llegado a constituir las áreas de ciencia, técnica y tecnología, con el añadido de la instrucción y educación de las nuevas generaciones de seres humanos.

martes, 9 de marzo de 2021

La condición humana I

Como ser humano, reflexionar sobre la condición humana implica el hecho de hablar sobre mi propia condición. En tal sentido, la observación de lo leído, visto y experimentado en el curso de mis actividades, tanto de mí mismo como de mis semejantes está mediada por mis vivencias, estados de ánimo y situación presente en cuanto a equilibrio emocional, mental y físico. En efecto, la condición humana implica, en primer lugar, dar cuenta de mis limitaciones y de la presencia de condicionamientos que pudieran ser parte transparente (para mi mismo) en mi exposición. 

El ser humano implica una unidad individual presente a la consideración de la mente pensante y, como tal, comienza con un proceso de diferenciación de partes significativas constituida por un ser físico, emocional, imaginativo, mental y subconsciente (reactivo) que trata de discernir una manera de ser integral que caracterice y delinee, al menos en una primera aproximación, lo que podría constituir dicha unidad individual y, a la vez, la común naturaleza con todo ser humano individual semejante.

Hace mucho tiempo se constituyó un lenguaje que nos permite, aunque en perspectivas distintas, enfrentarnos distintos seres humanos en unión ante una realidad externa, denominada objetiva, con miras a lograr resultados coherentes a una intencionalidad compartida por los distintos participantes ante la mencionada realidad externa. Incluso, tratándose de grupos de seres humanos enfrentados con distinta intencionalidad ante la misma realidad externa, se trataría de objetivos compartidos entre intencionalidades en conflicto, pues dicha realidad externa incluiría la diferenciada intención de los grupos participantes.

Entre los seres humanos, como individuos, hay diferencias que, aunque no han sido reconocidas como tales "diferencias", ha generado una idea de igualdad dentro de la condición humana que ha ocasionado conflictos en las diversas generaciones de los grupos humanos. A pesar de esos conflictos, siempre se han manifestado individualidades que han contribuido con su accionar y comunicación a un común interés de crecimiento, avance y evolución en las diversas partes que componen al individuo y a las comunidades que, necesariamente, por razones de cercanía o lejanía, hubieron de enfrentar distintas condiciones físicas y ambientales.

Uno de los primeros crecimientos o avance significativo lo constituyó la creación de un lenguajes oral, y posteriormente escrito, surgido, probablemente, de la necesidad de enfrentar retos comunes ante la realidad externa, que requería la unificación de esfuerzos y potencialidades individuales para el mejor aprovechamiento de las condiciones físicas y ambientales externas en beneficio común de facilitar la vida individual y colectiva. Y el primer producto de la conciencia humana lo constituyó el hallazgo, por parte de un individuo en particular, que se dio cuenta de la existencia de un cuerpo externo común y concomitante, que denominó dios, de la necesidad de agrupar esfuerzos comunes para lograr objetivos  de bienestar y convivencia, y el individual devenir en su evolución física, emocional y personal. De aquí surge una de las múltiples formas de enunciar una regla de convivencia: "Ama - contribuye, coopera y apoya - a Dios - seres humanos, seres vivientes y todo el universo circundante, incluidas las condiciones que cada uno  activa, promueve y permite - y al prójimo - ser próximo y cercano de la misma, e incluso distinta, condición - como a ti mismo - reitera la condición individual que debe ser objeto de dicho "ama" ".

El hallazgo de la regla de convivencia se debió a que el individuo que la formuló se dio cuenta, evolucionó,  hacia una nueva manera de percepción individual: la conciencia; y, de esa manera, inició un nuevo proceso de crecimiento en la nueva manera de percibir: la conciencia. En tal sentido surge una nueva manera de discernir diferencias en los individuos y su capacidad de cooperar - amar - en la convivencia y evolución del conjunto y del universo circundante.




martes, 23 de febrero de 2021

El Conocimiento

     He comenzado nuevamente a leer el Teeteto de Platón y me he encontrado con que no recuerdo mi primera lectura, aunque la recuerdo y la veo marcada con mis divisiones personales de las diferentes respuestas de Teeteto y las diversas secciones que había encontrado en mi primera lectura. Esta vez mi recorrido de la lectura ha sido un poco más concienzudo, por lo que deduzco de mi sentido interno, pues me he involucrado al considerar que es una primera aproximación al tema que trata Kant en su Crítica de la Razón Pura (CRP). En efecto, lo que trata Platón a través de la recreación del diálogo socrático es de encontrar una respuesta de aquellas delimitaciones (concepto) que caracterizan lo que la palabra conocimiento, y por extensión lo que entenderíamos con la palabra conocer, significa.

    En mi involucramiento decidí no ir al diccionario para ver lo que dice sobre la palabra conocimiento, y personificar a Teeteto en la distancia temporal, con la cultura adquirida en mi formación personal, y he encontrado que, para mí, conocimiento implica "aprehender aquello que permanece en el fenómeno mientras fluye el cambio funcional de cuanto lo constituye y poder transmitirlo de manera que mi interlocutor lo aprehenda y, eventualmente, pueda utilizarlo coherentemente en su hacer y compartir". En tal sentido, implica un comunicar y un comprender. Comunicación que genera una aceptación por parte del interlocutor. Me vino a la mente la diferencia con el saber, en el cual hay coherencia dentro del que sabe, pero incluye elementos que el conocer prescinde, pues se trataría de que el conocer es aplicado y el saber es personal e intransmisible. Algo semejante, con diferencias significativas, entre lo que es ciencia y lo que es tecnología. Realmente el saber, como fundamento de la sabiduría, atiende más al vivir que al ser, hacer y tener de la fenomenología humana; es la parte moral, ética y religiosa transformada en un "modo" de entender y vivir en el mundo, la sociedad y la familia.

    Mi acercamiento al Teeteto me constituye una experiencia de contentamiento al verme aprehendiendo el texto como el inicio de la delimitación de conceptos que preceden al uso de las palabras que utilizamos comúnmente, sin mayor evaluación crítica de lo que realmente intentan indicar en el discurso escrito o hablado. Y es tal mi contentamiento que me hizo recorrer algunas notas del texto que me resultan fuera de contexto con relación a mi aprehensión del texto y su intención delimitadora, y me hace recordar la expresión de "la emoción del acuerdo" en la comunicación interpersonal, cuando dicha comunicación implica una "comprensión inmediata (automática)" entre el que habla (comunica) y el que recibe dicha comunicación (un acuerdo inmediato) mencionnada, según creo recordar por J.L. Austin (aunque no lo aseguro)

    Kant en su CRP hace referencia a la ambigüedad de determinadas palabras de uso en filosofía y, en general, del conocimiento, que "deberían" conservar una significación libre de interpretaciones, por ser fundamentales para la comunicación en dichas áreas. Tal aspiración es imposible en el contexto humano, salvo términos de uso científica y tecnológico fijados, a la manera aritmética y geométrica, mediante la construcción de conceptos, propia de la matemática (aritmética y geometría incluidas, por supuesto).


     

lunes, 6 de julio de 2020

Conciencia y sociedad

"Paz es el cese del estar en contra"  John Roger

Retorno a estas queridas expresiones de mi pensar por escrito, enfrentándome a un espacio en blanco que quiero llenar con pensamientos hilados, aunque, en este momento, no encuentre el hilo conductor que estimule mi reflexión. Sin embargo es la situación política en mi país Venezuela y el contexto latinoamericano los que me conmocionan para, desde mi posición de simple ciudadano, apuntar hacia lo que considero graves limitantes dentro del contexto social que me ha tocado vivenciar.

Prácticamente desaparecida la religión, como orientadora de la individualidad en la sociedad, y carentes los progenitores, en todos los niveles socioeconómicos, de una formación de conciencia que les permita orientar y condicionar a los hijos para una autonomía responsable dentro de la sociedad, los niveles políticos de dirección colectiva son una profesión más dentro del contexto económico, con el agravante de que solamente los más influyentes son, en mi opinión, los menos informados en conciencia para sustentar un modelaje condicionante firme y coherente en su contexto que permita un desarrollo armónico de los grupos sociales que dirigen o influyen.

En alguna de mis reflexiones he tocado el punto de la conciencia como conocimiento de sí mismo y el reconocimiento del ser humano como un ser apetitivo y vulnerable que requiere de unos límites para su ejercicio ciudadano de dirección de comunidades. Y estos límites deben ser estructurales en la sociedad para contrarrestar los apetitos y orientar la acción directiva en la convivencia y el bien común por encima de los instintos y vulnerabilidades individuales. En este sentido, la democracia bien estructurada en sus poderes y contrapoderes debe ser sólida e inexpugnable a individuos y grupos que puedan aprovecharse en beneficio propio de su condición de gobernante en sus diversas modalidades.
El punto débil son las diversas modalidades de gobierno concebidas en estos tiempos, pues la sociedad está condicionada por los más vulnerables económicamente, sin que se haya encontrado una modalidad de condicionamiento educativo que promueva la responsabilidad individual y la corresponsabilidad en el contexto social y económico. Adicionalmente, la igualdad concebida en términos de humanidad responsable pareciera no haber sido entrevista en la organización socioeconómica para salvar las grandes diferencias existentes entre individuos de alto nivel de desempeño con relación a grandes grupos humanos carentes de dinamismo para su autonomía económica y vital. O sea, el que seamos semejantes, pero altamente diferenciados en nuestra condición productiva en el contexto económico, no es un factor que se haya manejado en la estructuración de las comunidades humanas.

Todo esto lleva a considerar que la educación no ha sido un factor bien evaluado para la formación de los individuos y las comunidades, y la instrucción pública se ha convertido en una fábrica de especialistas sin una concepción humanista, responsable y autónoma. En efecto, la formación de conciencia, que era un papel que cubría la religión organizada, ha sido abandonada, pues las religiones más que formar conciencia dividían a los seres pensantes en supersticiosos en conflicto, agnósticos y ateos.

Todo esto en el contexto humano contribuyó a la aparición de personalidades de alta nivel de influencia y rígidamente creyentes en su destino de dirigir comunidades humanas según sus propios intereses y creencias que, en todos los casos conocidos, conducían al manejo de dichas comunidades en formatos de esclavitud, menosprecio y desvalorización, y beneficiando a grupos de personas sin mérito alguno para modelar y dirigir comunidades hacia un contexto armónico y evolutivo.

En el contexto en el que me encuentro, y falto de influencia de tipo alguno, solamente me queda reflexionar en privado y sugerir a quien, con algo de poder e influencia, pudiera leer estas "expresiones escritas", que la instrucción pública debiera reestructurarse para "educar" mediante la introducción de cursos de aprendizaje de conciencia. En efecto, los avances de la psicología y la psicoterapia en los siglos XIX y XX tienen todas las herramientas requeridas para introducir cursos de estructuración contentivos de elementos de concientización que incluyan el conocimiento de sí mismo como rutina diaria de observación del individuo en su "paisaje interno" ante personas, situaciones, circunstancias, objetos y acciones. En resumen, una observación permanente y sostenida del sentir, pensar, imaginar y reaccionar paralelo al contexto exterior que le toca vivenciar momento a momento, para fluir en forma armónica y razonable en previsión de conflictos que pudieran deteriorar el intercambio y comunicación interpersonal y grupal en cada momento de acción y presencia. En mi opinión, esto traería un cambio social que en el mediano y largo plazo pudiera unificar a los seres humanos con un entorno social, urbano y natural promotor de crecimiento  individual y colectivo.

 

sábado, 1 de septiembre de 2018

El Ser humano y el tema de la pobreza

Hoy es sábado del 1 de septiembre de 2018 y me ha venido a la mente el tema de la pobreza en relación a la situación de Venezuela y la situación política existente. En tal sentido cabe señalar, en mi opinión (como siempre en estas perspectivas, que son mis particulares puntos de vista o perspectivas), que es un momento inspirador para encontrar soluciones al tema de la pobreza, que ha sido considerado un tema cuya responsabilidad recae en elevada carga sobre los denominados ricos y, consiguientemente, sobre la sociedad y no sobre el individuo.
El grupo gobernante en Venezuela está formado por personas de niveles de educación e instrucción relativamente inferiores a lo requerido en esta época de la historia para un gobierno equilibrado y conducente a facilitar la vida en común. Y el punto de partida es la teoría de un tal señor Karl Marx que consideraba que el trabajador era explotado, y que los industriales, y empresarios en general, se aprovechaban de su fuerza económica y política para esclavizar, de una manera socialmente aceptada, a la clase trabajadora. En tal sentido, y apartando el hecho de que ello "parecía así" en la época en que le tocó vivir, consideraba que la creación de riqueza era por el "trabajo" y no por el "emprendimiento" que originaba la necesidad de dicho trabajo. Sin detenerse a pensar que sin el emprendimiento no habría habido trabajo correspondiente.
Hoy en día, producto de la evolución de la empresa y los trabajadores, ha podido visualizarse la interdependencia entre emprendimiento y trabajo, y hay una vigencia de sindicatos o uniones de trabajadores que trata de equilibrar la fuerza económica del emprendedor con la fuerza realizadora del trabajador.
Asimismo, ha surgido una diferenciación de trabajadores en distintos niveles de ejecución de tareas, desde la del operario que trabaja directamente con materiales, pasando por los que manejan máquinas y herramientas, hasta los encargados de labores de comercialización, venta y muchas tareas previas y posteriores a la instalación de una empresa. De tal diversidad ha surgido una orientación de la instrucción pública que privilegia el conocimiento técnico, tecnológico y científico sobre las naturales tareas de convivencia que constituyen el tejido grupal y social de las comunidades que originaron el surgimiento de la filosofía y la religión. Tal privilegio, junto con las reflexiones de filósofos que solamente veían en la filosofía una ciencia o conocimiento de lo intangible, igualando religión con condicionamiento y amoldamiento de los seres humanos para la vida en común, y que, en tal sentido, conmocionaron las bases de la religión y su tarea de formar principios y valores de convivencia, hicieron que se perdiera un hilo conductor hacia la evolución de la religión, y sus valores y principios intrínsecos, que condujeran a una nueva manera de ver la filosofía, cual es la integración de toda reflexión humana en beneficio de la totalidad de vida y desenvolvimiento del Ser humano en su entorno. El "amor a la sabiduría" implícito en el término griego "filosofía", y que incluía todo lo material y tangible con lo inteligible y no tangible, se perdió en el transcurrir histórico, por la falta de adecuación de los "religiosos" a "ver" lo invisible a los ojos de la materialidad. Y no por carencia de alguna indicación en el camino histórico, sino por la falta de percepción integradora de un término encontrado en las relaciones de conocimiento por ese gran filósofo Enmanuel Kant en su Crítica de la Razón Práctica, que es, en términos sencillos, la base para la aparición de una nueva fundamentación de "lo religioso", que debía, por supuesto, ser complementado con lo utilitario de esa otra gran corriente de la filosofía surgida en Inglaterra.
El meollo del tema "pobreza" en el contexto social no es que el rico sea causa de la pobreza por su habilidad de aprovechar hasta donde puede las ventajas de su particular manera de percibir, sentir y actuar, sino en el desbalance de la religión para no encontrar el fundamento de su esencia en la filosofía, y su evolución reflexiva que pudiera haber originado una nueva manera de religiosidad cónsona con lo contemporáneo. Y tan fácil era, si se hubiera abierto, como lo hicieron algunos de sus practicantes, para ver en la última de las adquisiciones del conocimiento como lo es la psicología en su práctica de la terapia como "facilitación" para equilibrar a los individuos con su vida y entorno vivencial. En efecto, de la facilitación a la "enseñanza" de "conciencia" solamente hay un paso intermedio que involucra a lo externo perceptible con lo interno perceptible e inteligible, aunque comunicable en un bajo porcentaje (mismo caso de la termodinámica y su segunda ley que limita la generación de potencia mecánica a valores porcentuales inferiores a la mitad de lo deseable)
El asunto es que la instrucción pública, para cubrir esa parte significativa de la educación que promueve la convivencia, debe retomar el papel importante del conocimiento propio (o conocimiento de uno mismo, ya incluido en la cultura griega clásica del "conócete a ti mismo", pero escasamente promovido y practicado en la convivencia consigo mismo) e integrarlo, en un porcentaje significativamente mayor que el conocimiento técnico, tecnológico y científico en los salones de enseñanza, con lo cual podría cumplir el papel educativo perdido en el entorno familiar con la pérdida de lo religioso. Y sería sencillo, si nos fijamos en los avances de la psicoterapia y la facilitación surgidos en el siglo precedente, pues bastaría con que se direccionara al individuo al "darse cuenta", hacer-se consciente de lo que siente y piensa en cada momento de su accionar y relacionarse con personas, situaciones, circunstancias y experiencias. Cada uno de esos contextos es una fuente de información valiosa. Con la salvedad de olvidar el juicio o calificación de esos sentires y pensamientos en términos de lo moral establecido. Entendiendo que el papel básico de los valores morales y principios recibidos son simplemente acondicionadores para automatizar respuestas de convivencia "dependientes" y no ejercicios de libertad "sabios" de convivencia que eran implícitos en la religión y filosofía antigua que fundamentaban una "sabiduría" inclusiva de la vida exterior e interior, activa y reflexiva, motivadora de una "filosofía", un "amor a la sabiduría", que estaba contenido en la máxima de "amar A Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo", cuya explicación habría requerido de toda la historia humana, transcurrida y por transcurrir, o al más reciente, seco y árido, "imperativo categórico kantiano" de "Obra de tal modo que la máxima de tu voluntad siempre pueda valer al mismo tiempo como principio de una legislación universal", cuya comprensión está más allá de las mentes menos ávidas de la reflexión filosófica y religiosa.